España cayó este domingo con la cabeza alta en la final de la Eurocopa contra Inglaterra, a la que hace tres años derrotó en Sídney para conquistar el Mundial. El partido entre las dos grandes potencias actuales se decidió en la tanda de penaltis después de que la Roja errara tres ocasiones en la prórroga, en donde fue el único equipo que demostró que no quería que el encuentro se decidiera desde los 11 metros. Ahí murió España, a la que no le sirvió de nada que Cata salvara los disparos de Mead y Williamson después de los errores de Mariona, Aitana y Salma. El resultado corona a las lionesses como campeonas por segunda vez en su historia tras la de 2022 y castiga con dureza a las de Montse Tomé, que se fueron de la Euro después de no haber perdido un partido con el balón en juego.
