El rapero estadounidense Kendrick Lamar y la cantante SZA han desembarcado este miércoles en el Estadi Olímpic Lluís Companys de Barcelona con su gira ‘Grand National‘, un show de dos horas y media y cerca de 50 canciones que se estrenó el pasado febrero en el intermedio de la Super Bowl en un formato reducido.
Todo ha comenzado con Lamar saliendo de un Buick Grand National Experimenta del 87, el coche que da nombre tanto a este tour como al último disco del californiano, mientras entonaba con su habitual carácter severo ‘wacced out murals’, ‘King Kunta’ y la primera parte de ‘tv off’, y se proyectaba su imagen en las pantallas en blanco y negro, algo recurrente en el resto de la velada.
- El Buick se ha escondido dentro del escenario para volver a salir inmediatamente, en esta ocasión recubierto de maleza y con SZA sobre el capó para unir por primera vez sus voces en ’30 for 30′.
Tras esto, el color se ha apoderado por primera vez del Estadi Olímpic gracias al conjunto en rojo y amarillo de SZA y las enredaderas llenas de flores que se proyectaban a espaldas de la cantante.
Rap exitosos
Así, la estadounidense ha evocado una suerte de jardín de hadas sobre el Lluís Companys en el que entonar ‘Love Galore’, ‘Broken Clocks’ y ‘The Weekend’, piezas que en su voz se cargan de una sensualidad y ligereza que contrastan con la dureza de la puesta en escena de Lamar y su hieratismo.
Tanto es así que cuando Lamar ha regresado ante los 48.000 asistentes del Estadi Olímpic, el escenario ha comenzado escupir llamaradas, mientras que en ‘euphoria’ sonaban disparos al aire y sus bailarines se movían como robots o como una centuria romana en ‘hey now’ y ‘reincarnated’.
Los ritmos frenéticos de ‘HUMBLE.’ y ‘Backseat Freestyle’ han hecho que el público español se encendiera, mientras que en la pista del estadio se creaban incontables ‘pogos’ que han estallado con los coros de ‘Alright’, justo antes de desaparecer sobre el coche rapeando ‘man at the garden’.
Este acto de Lamar ha dado paso al bosque mágico de SZA, metida ahora en un vestido rosa de mangas anchísimas y escoltada por primera vez en la velada por dos guitarras en ‘F2F’ y ‘Garden (Say It Like Dat)’.
Si bien ya había quedado claro que las actuaciones de Lamar y SZA eran dos conciertos independientes unidos por estructura en actos conjunta y algunas canciones compartidas, la aparición de una hormiga gigante que la cantante ha montado durante ‘Kitchen’ ha inflado la sensación de estar dentro de un sueño con el pop onírico de ‘Blind’ como banda sonora.
Kendrick ha reaparecido cuando la noche ya se había lanzado sobre el cielo de Barcelona para cantar juntos una ‘Doves in the Wind‘ con aires roqueros; la delicada ‘LOVE.’ y una ‘All the Stars’ que ha creado una constelación en la pista gracias a las linternas del público mientras ambos se elevaban sobre sendas plataformas.
- Nuevamente solo en el escenario, el rapero ha encadenado ‘Like That’, ‘DNA’, ‘Good credit’, ‘Bitch, Don’t Kill My Vibe’ y ‘Poetic Justice’ con una rabia que ha hecho retumbar la montaña de Montjuïc, en parte por unos bajos recargadísimos, en parte por los saltos incansables del público.
Ya en la recta final, Solána Imani Rowe, nombre que se esconde tras SZA, ha embelesado al estadio gracias a su poderosa voz e himnos que oscilan entre el pop y el R&B como son ‘Kill Bill’, ‘Kiss me more’ y ‘Nobody gets me’, esta última cantada suspendida en el cielo barcelonés entre dos alas de mariposa.
El último acto en solitario de Lamar ha llegado de la mano la potencia incontestable de ‘N95’, la segunda parte de ‘tv off’ –dejada a medias en el inicio del concierto–, y la celebradísima y viral ‘Not like us’.
La siguiente aparición sobre el escenario del rapero ya ha sido con SZA para cerrar dos horas y media de música con interpretación solemne de ‘luther’ y ‘gloria’, y agradecer el apoyo del público español.
Después de Barcelona, este ‘Grand National Tour’ seguirá por Europa con actuaciones en Roma, Varsovia y Estocolmo, para luego saltar a suelo latinoamericano y recorrer Ciudad de México, Bogotá, São Paulo, Buenos Aires y Santiago de Chile.