En 2018, ocho cuadernos manuscritos revelaron una colosal trama de corrupción en Argentina. Oscar Centeno, chófer de un alto cargo de los Gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, anotó en ellos cientos de viajes con bolsos cargados de dólares que realizó durante 10 años. El dinero procedía de compañías constructoras que presuntamente pagaban sobornos a cambio de contratos con el Estado. El escándalo mediático dio paso a una compleja investigación y decenas de empresarios confesaron haber pagado al declarar como arrepentidos. Este viernes, en una audiencia virtual ante el tribunal a cargo de la causa, unos 40 empresarios ofrecieron a la justicia grandes sumas de dinero e incluso un departamento en Miami y un yate para quedar desvinculados del juicio, que comenzará el 6 de noviembre. La fiscal Fabiana León escuchó los pedidos y se opuso de forma tajante: “No hay precio que se pueda poner al daño institucional que se ha causado”.
