Una Gaza bajo administración fiduciaria estadounidense, de la que sus dos millones de habitantes palestinos se habrán marchado “voluntariamente” o instalado en zonas especiales durante la reconstrucción. Una Gaza convertida en un centro de producción tecnológica y esa “Riviera del Mediterráneo” que propuso Donald Trump. Una Gaza donde las inversiones cuadriplicarán sus réditos en una década. Es la Gaza que imagina un proyecto que circula en el Gobierno de EE UU para el futuro de la Franja después de la guerra, según publica The Washington Post. El plan se denomina “Fondo para la Transformación, Aceleración Económica y Reconstrucción de Gaza”. O, por sus siglas en inglés, GREAT (“grande”, “fabuloso”).
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Una Gaza bajo administración fiduciaria estadounidense, de la que sus dos millones de habitantes palestinos se habrán marchado “voluntariamente” o instalado en zonas especiales durante la reconstrucción. Una Gaza convertida en un centro de producción tecnológica y esa “Riviera del Mediterráneo” que propuso Donald Trump. Una Gaza donde las inversiones cuadriplicarán sus réditos en una década. Es la Gaza que imagina un proyecto que circula en el Gobierno de EE UU para el futuro de la Franja después de la guerra, según publica The Washington Post. El plan se denomina “Fondo para la Transformación, Aceleración Económica y Reconstrucción de Gaza”. O, por sus siglas en inglés, GREAT (“grande”, “fabuloso”).