La batalla por el derecho a leer cobra fuerza en Argentina. Una fundación se presentó ante la justicia para exigir la retirada de las escuelas bonaerenses de cuatro libros que considera pornográficos y el Gobierno de Javier Milei se sumó a la campaña contra la supuesta sexualización de los menores bajo la consigna “¡Con los chicos no!”. El mundo de la literatura respondió en bloque este sábado con una lectura multitudinaria de Cometierra, de Dolores Reyes, y de las otras tres ficciones amenazadas por la caza de brujas de las fuerzas conservadoras: Las aventuras de la China Iron, de Gabriela Cabezón Cámara; Las primas, de la fallecida Aurora Venturini; y Si no fueras tan niña, de Sol Fantin.