Bruselas ha identificado la protección de las reservas de agua como una de las prioridades de la Unión Europea en el futuro tanto inmediato como lejano. Tanto, que incluso la nueva comisaria de Medio Ambiente, Jessika Roswall, tiene también a cargo la cartera de nueva creación para la Resiliencia Hídrica, además de la de Economía Circular Competitiva. Pero el punto de partida es malo: las aguas de superficie europeas no están en buen estado, ampliamente contaminadas por productos tóxicos como el mercurio, según advierten varios informes publicados este martes.