La estrategia israelí de presión incremental sobre Gaza —para obligar a Hamás a aceptar una modificación de los términos del alto el fuego— ha dejado este sábado el bombardeo más letal desde el inicio de la tregua, el pasado 19 de enero. El ataque, con un dron, ha causado nueve muertos en Beit Lahia, en el norte de la Franja, durante una misión de la Fundación Al Khair, una organización caritativa musulmana, ha informado el Ministerio de Sanidad del Gobierno de Hamás en Gaza. Al menos dos de ellos son periodistas y fotógrafos locales que cubrían el despliegue. Hamás ha tildado la “horrible masacre” de “peligrosa escalada” en uno de los momentos más delicados del alto el fuego, con EE UU advirtiendo al movimiento islamista de que tiene el tiempo en contra y apoyando el doble castigo colectivo del Gobierno de Benjamín Netanyahu a la población de Gaza desde hace dos semanas: cortar la entrada de ayuda humanitaria (comida, agua y medicamentos) y la electricidad para la planta desalinizadora de agua.