Las más de dos horas de charla entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y de Rusia, Vladímir Putin, han arrojado un resultado muy limitado, al menos en público, para imponer un alto el fuego en Ucrania o lograr grandes progresos hacia un acuerdo de paz. Según han informado sus respectivos Gobiernos, los dos líderes han pactado solo una tregua parcial inicial, por la que Moscú se abstendrá de atacar infraestructuras e instalaciones energéticas y que, según el Kremlin, durará 30 días. Además, Rusia ha anunciado un modesto intercambio de prisioneros, de 175 personas por bando, este mismo miércoles. Pero Putin mantiene un listado de exigencias que reclama para dar su visto bueno a un cese de los combates más extenso en el tiempo. Entre ellas figuran el fin de la ayuda militar y del suministro de inteligencia extranjera a Ucrania. Se trata de dos condiciones muy dañinas para Kiev.
