Un buen diseño spa refleja la cultura, filosofía, tradiciones sanadoras de su gente, así como los sabores, aromas y artesanías que enmarquen un fuerte sentido de identidad. Un buen concepto incorpora apoyos reales a la comunidad que habita, proporcionando experiencias únicas, creando recuerdos memorables, impecables e inolvidables para sus huéspedes.
La perspectiva en el diseño de un spa incorpora una gran cantidad de elementos, incluyendo sostenibilidad, huella de carbón, cuidado al medio ambiente, integración de espacios biofílicos que respetan y enmarcan el poder de la naturaleza, selección de materiales de construcción, textiles y recursos naturales, así como la aplicación de importantes avances tecnológicos.
El diseño de un spa de clase mundial responde a la necesidad de una mejor ventilación, un mejor flujo de aire con oxígeno, iluminación natural, y materiales y superficies antimicrobianos. También considera la calidad y uso responsable del agua, diseño biofílico con espacios al aire libre, jardines botánicos, la aplicación de geometría sagrada, implementación de estrategias de eficiencia energética y espacios multisensoriales. Estos espacios están basados más en respuestas psicológicas y fisiológicas a estímulos, como centros de neuro-sueño, instalaciones de longevidad y renovación mental, e inmersión sensorial que brinde la oportunidad de una convivencia e interacción entre huéspedes y terapeutas. Todo esto contribuye a un diseño óptimo y digno para los profesionales del bienestar.
En el futuro, predecimos un aumento en el interés de conceptos vanguardistas como el biohacking, genómica y análisis de ADN y programas personalizados creados para mejorar salud, nutrición y condición física. La creación de salas cuánticas, donde el diagnóstico por resonancia magnética no invasiva aporta la última tecnología para reparar y renovar nuestra fisiología. Las salas de recuperación enfocadas en la longevidad con cámaras hiperbáricas, cápsulas de luz infrarroja, tapetes de tecnología PEMF, y vibroacústica se verán cada vez más en los spas.
Sin embargo, a pesar de futuros avances tecnológicos, es vital recordar que todavía necesitamos toque humano, calidez y conexión con los demás; para conectar con la naturaleza y con nosotros mismos, para poder alcanzar el equilibrio físico, mental y emocional. En conclusión, la creación de espacios de bienestar donde podamos fomentar estas conexiones seguirá siendo la base del futuro del diseño del bienestar.
Por Diana F. Mestre & Diana Mestre Hool
Publicado en Spa & Wellness MexiCaribe
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