Los órganos directivos de CC OO y UGT han ratificado este miércoles la reforma de las pensiones pactada con el Gobierno. Y además de los cambios estructurales que ya se habían dado a conocer, el Ejecutivo ha acordado con los sindicatos que las pensiones mínimas no podrán ser inferiores al umbral de la pobreza en el año 2027.
Según han informado a 20minutos fuentes de la negociación de la reforma, las partes han introducido este punto en las últimas horas a petición de los sindicatos. En la primera versión, se había fijado como referencia para las pensiones mínimas el 60% de la renta mediana de un hogar tipo, pero finalmente se tomará como referencia el umbral de la pobreza al considerarse más garantista.
Una vez acordados los últimos retoques, este mediodía el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, y los secretarios generales de CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, respectivamente, han ratificado el acuerdo. La versión final será expuesta esta tarde por el ministro ante la comisión de seguimiento del Pacto de Toledo, en el Congreso.
«Es la primera vez que firmamos un acuerdo con un período tan amplio de implementación», ha asegurado Pepe Álvarez, que ha subrayado que el acuerdo cuenta con el beneplácito de la Comisión Europea. «Con este acuerdo logramos un proceso de transición hasta 2043 para que coexistan los dos sistemas y los jóvenes tienen con él garantizado el futuro«.
«Es uno de los días más importantes de esta legislatura porque garantizamos la sostenibilidad de las pensiones para los próximos 25 años», ha expresado por su parte Unai Sordo que califica el acuerdo como «histórico». «Garantizamos más ingresos al sistema, más protección y más certezas a nuestra población».
Es la primera vez que firmamos un acuerdo con un período tan amplio de implementación
La medida es parte del segundo bloque de la reforma de las pensiones que se enfoca en aumentar ingresos del sistema para hacerlo sostenible y se pulió durante la mesa de diálogo del pasado lunes, en la que los sindicatos expresaron sus propuestas de mejora al Gobierno, pero sin contar con los empresarios que se descolgaron de la negociación por estar en desacuerdo con las medidas.
El acuerdo se llevará esta misma tarde al Pacto de Toledo, en el que están los partidos políticos, y posteriormente se convocará un consejo de ministros extraordinario para aprobar dicha reforma.
Sólo 38 céntimos más de coste laboral por hora
La reforma no ha contado con el beneplácito de las patronales CEOE y Cepyme, que sí habían respaldado sin embargo la primera fase de la reforma (la revalorización de las pensiones con el IPC). Ya los empresarios no veían con buenos ojos el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) que implica una sobrecotización del 0,6% desde 2023 a 2032. Y ahora menos, porque la segunda pata de la reforma duplica la cotización del MEI al 1,2% en 2029 (la empresa asumiría el 1% y el trabajador, el 0,2% restante). De 2030 a 2050 se mantendría este mismo porcentaje pero con igual distribución entre empresario y trabajador.
Escrivá, tras las críticas recibidas por la CEOE, ha explicado además que el coste laboral medio por hora trabajada solo crecerá 38 céntimos. La patronal se había mostrado contrariada por los costes que la reforma laboral iba a repercutir sobre empresas y trabajadores, pero el ministro ha matizado que subirá en los primeros años desde los 25,4 euros actuales a 25,5 euros y alcanzará los 25,8 euros en 2050.
Cuando se trae una propuesta que crees que no es buena para tu país, nuestra obligación es decir que no
El presidente de CEOE, Antonio Garamendi, ha pedido hoy «respeto» a la decisión de su organización de rechazar esta segunda fase de la reforma. «Cuando se trae una propuesta que crees que no es buena para tu país, nuestra obligación es decir que no», ha afirmado Garamendi en declaraciones a RNE, que insta a Escrivá «a aprender a dialogar mejor».
«No han contado con nosotros, el Gobierno ha tomado la decisión de ir por su cuenta», ha denunciado Garamendi, que reprocha al Ejecutivo no entregarle una memoria económica de la reforma para plantear otras soluciones al incremento de las cotizaciones sociales.
Bruselas tendrá ahora que pronunciarse sobre esta segunda fase de la reforma de pensiones cuando España solicite el cuarto desembolso de los fondos europeos. «Estoy 100% convencido de que el análisis será favorable«, ha matizado Escrivá en los pasillos del Congreso tras la sesión de control. También confía en recibir apoyo mayoritario parlamentario cuando se someta a la convalidación del pleno del Congreso.
