Cada vez es más claro que el deporte es una opción fantástica de reivindicación social y económica. Una vía para conducir a nuestros jóvenes por caminos correctos. Y conseguir fama de manera honesta y en ocasiones recursos.
Ricardo Carty como muchas otras grandes figuras del béisbol dominicano viene del ingenio como diría el poeta nacional Pedro Mir. Desde el fondo de la pobreza, y encontró en la pelota definir su perfil como pelotero nacional y como figura en los Estados Unidos en la MLB.
Se hizo todo un personaje. Por su poder con el bate y su guante. Y, por su simpatía. El querido Rico Carty nos deja con un documental en proceso en el que honramos su carrera y su vida.
El deporte espera por la política.