Sin pívot no se va a ninguna parte y con Fall y Willy Hernangómez el Barça no ha sumado uno en todo el año. El envite contra el Unicaja fue el ejemplo de la deficiencia, subrayada al final por Tyson Pérez, que pasó de mortal a deidad. Un desmadre en versión azulgrana que derivó, ya en la prórroga, en la eliminación de los playoffs y la constatación de que suma su segundo curso en blanco; también en el pase del Unicaja a las semifinales ligueras, ahora contra el Real Madrid.
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Sin pívot no se va a ninguna parte y con Fall y Willy Hernangómez el Barça no ha sumado uno en todo el año. El envite contra el Unicaja fue el ejemplo de la deficiencia, subrayada al final por Tyson Pérez, que pasó de mortal a deidad. Un desmadre en versión azulgrana que derivó, ya en la prórroga, en la eliminación de los playoffs y la constatación de que suma su segundo curso en blanco; también en el pase del Unicaja a las semifinales ligueras, ahora contra el Real Madrid.