La España de Luis de la Fuente empezó a ganar en la Liga de las Naciones de 2023 y dos años más tarde, después de haberse llevado aquel trofeo y la Eurocopa de 2024, sigue recorriendo esa senda, insaciable, que le ha conducido a la final del domingo en Múnich contra Portugal. Tiene el mismo apetito, el mismo diente, pero ha perdido la capacidad de controlar partidos que los rivales desbocan. Contra la exuberante Francia, se puso 5-1 después de un estupendo despliegue expansivo, pero se vio 5-4 a solo dos minutos del final y con el equipo de Deschamps subido a la chepa. La Roja sigue siendo dañina, pero se le ha evaporado cierta solidez que la hace verse más endeble.
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La España de Luis de la Fuente empezó a ganar en la Liga de las Naciones de 2023 y dos años más tarde, después de haberse llevado aquel trofeo y la Eurocopa de 2024, sigue recorriendo esa senda, insaciable, que le ha conducido a la final del domingo en Múnich contra Portugal. Tiene el mismo apetito, el mismo diente, pero ha perdido la capacidad de controlar partidos que los rivales desbocan. Contra la exuberante Francia, se puso 5-1 después de un estupendo despliegue expansivo, pero se vio 5-4 a solo dos minutos del final y con el equipo de Deschamps subido a la chepa. La Roja sigue siendo dañina, pero se le ha evaporado cierta solidez que la hace verse más endeble.