Por Elida Almonte- Secretaria de enlace con la sociedad civil PRM NY.
En el complejo entramado político de la República Dominicana, el tema de la inmigración indocumentada desde Haití ha sido un punto álgido y, a menudo, polarizante. En este contexto, el presidente Luis Abinader ha adoptado un enfoque proactivo y comprometido para abordar esta problemática, implementando una serie de medidas destinadas a controlar el flujo migratorio y proteger la soberanía nacional. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, el presidente ha sido objeto de críticas por parte de sectores que, movidos por el fanatismo irracional y la oposición oportunista, utilizan el tema haitiano como arma política.
Medidas Implementadas por el Presidente Abinader
Desde el inicio de su mandato, Luis Abinader ha demostrado un claro compromiso con la seguridad fronteriza y el manejo responsable de la inmigración. Entre las acciones más destacadas se encuentran:
- Fortalecimiento de la Seguridad Fronteriza: Se ha incrementado la presencia militar y de agentes de seguridad en la frontera con Haití, mejorando significativamente el control y la vigilancia.
- Construcción de un Muro Fronterizo: Una de las medidas más visibles ha sido la construcción de una barrera física en la frontera, destinada a dificultar los cruces no autorizados y a facilitar la labor de las autoridades.
- Programas de Regularización: El gobierno ha implementado iniciativas para la regularización de inmigrantes haitianos que ya residen en el país, permitiéndoles obtener un estatus legal y contribuir formalmente a la economía dominicana.
- Cooperación Bilateral: Se ha trabajado en fortalecer la cooperación con Haití para abordar conjuntamente los desafíos migratorios y promover el desarrollo económico en el vecino país, reduciendo así la presión migratoria.
Instrumentalización Política del Tema Haitiano
A pesar de estas medidas y del evidente compromiso del presidente Abinader con la defensa de la soberanía nacional, ciertos sectores de la oposición y grupos movidos por el fanatismo irracional han encontrado en el tema haitiano una oportunidad para atacar su gestión. Esta instrumentalización política no solo es injusta, sino que también es peligrosa, ya que fomenta divisiones y resentimientos en una sociedad que necesita unidad y soluciones constructivas.
El Fanatismo Irracional
El fanatismo irracional se caracteriza por una visión extremista y desproporcionada de la realidad, que impide cualquier forma de diálogo o entendimiento. En el caso del tema haitiano, este fanatismo se manifiesta en discursos xenófobos y en la negación de los esfuerzos y logros del gobierno en materia de control migratorio y seguridad fronteriza.
La Oposición Oportunista
Por otro lado, la oposición oportunista de quienes heredamos el problema haitiano, ya que por casi 20 años abrieron las fronteras y negociaron con ONGs internacionales, firmando tratados en perjuicio del país, aprovecha cualquier tema sensible para debilitar la posición del presidente, sin importar si sus críticas están fundamentadas en hechos o si contribuyen al bienestar de la nación . En lugar de reconocer los avances y colaborar en la búsqueda de soluciones, estos sectores prefieren sembrar la discordia y el descontento, que contribuir a solucionar una situación de la cual ellos son mayormente responsables.
Es fundamental reconocer el trabajo y el compromiso del presidente Luis Abinader en la gestión de la inmigración indocumentada desde Haití y en la defensa de la soberanía nacional. Las críticas basadas en el fanatismo irracional y la oposición oportunista no solo son injustas, sino que también pueden socavar los esfuerzos por lograr una sociedad más segura y cohesionada. En momentos de desafíos complejos, es esencial que prevalezca el diálogo constructivo y el reconocimiento de los esfuerzos genuinos por mejorar la situación del país. Que viva la República Dominicana!