El tránsito de migrantes en el Tapón de Darién, que llegó a su punto crítico con medio millón de personas cruzándolo en 2023, ha disminuido, pero los millones de personas que pasaron por la selva que comparten Colombia y Panamá dejaron altos niveles de contaminación que afecta principalmente a comunidades indígenas. Aunque el flujo de la ruta hacia EE UU ha menguado, la basura que iban dejando a su paso los caminantes ha provocado que el río Esmeraldas, que abastece al pueblo Embera en Panamá, genere enfermedades entre los habitantes.