La negociación entre Podemos y Sumar queda al borde del descalabro tras un nuevo intento fallido de llegar a un acuerdo

La cuenta atrás hasta el acto de Sumar del domingo, en el que la vicepresidenta Yolanda Díaz presentará su candidatura a las elecciones generales, sigue en marcha, y cada vez parece más complicado que a ese evento acudan representantes de la dirección de Podemos. Este lunes, los morados y la plataforma de la vicepresidenta volvieron a comunicarse, en este caso telefónicamente, para intentar pactar la celebración de unas primarias para elegir las listas que Díaz llevará a las elecciones, la condición que pone Podemos para asistir al acto. Pero la conversación terminó en otro rotundo fracaso: Díaz sigue negándose a firmar la oferta de los morados y estos, por su parte, insisten en su texto.

Fuentes de Podemos aseguran que este lunes por la tarde su secretaria de Organización, Lilith Verstrynge, se volvió a poner en contacto con el equipo de Díaz. Esa llamada se produjo apenas 24 horas después de que este medio publicara que Díaz había rechazado una oferta morada en la que se establecía que Sumar celebrará en los próximos meses “unas primarias abiertas […] en las que pueda participar cualquier persona, acordadas entre Podemos y Sumar”. Pero no hubo ningún avance en esa reunión telefónica y, de hecho, las posiciones de ambas organizaciones no se movieron ni un milímetro.

Hasta ahí llegan los puntos de coincidencia. Sumar y Podemos convienen en que mantuvieron una conversación por teléfono y en que ésta no fue bien, pero cada uno lo atribuye a una razón diferente. Fuentes moradas aseguran que “el equipo de Yolanda ha comunicado que, a día de hoy, no va a cerrar un acuerdo con Podemos para celebrar unas primarias abiertas al conjunto de la ciudadanía en las que pueda votar todo el que quiera”. Y fuentes de Sumar, por el contrario, aseguran que el problema es que los morados quieren firmar un acuerdo en el que se excluye al resto de formaciones a la izquierda del PSOE, entre ellas IU, Más País o Compromís.

Esa es la panorámica general. Pero es al bajar a los detalles cuando se comprueba que las suspicacias entre Podemos y Sumar son tan agudas que una diferencia meramente sintáctica puede bloquear una negociación por sus posibles consecuencias posteriores. Fuentes próximas a Díaz explican que lo que les impide aceptar la oferta de Podemos de comprometerse a celebrar primarias abiertas es la última de las condiciones del siguiente textual: “Unas primarias abiertas al conjunto de la ciudadanía en las que pueda participar cualquier persona, acordadas entre Podemos y Sumar”.

Ese “acordadas entre Podemos y Sumar”, para los de Díaz, supone que solo esas dos organizaciones estarían habilitadas a diseñar, posteriormente, el mecanismo de primarias. Es decir, que solo ellos dos podrían definir qué circunscripciones se utilizan, qué plazo temporal se da para votar o si las urnas serán virtuales, físicas o de ambos tipos, asuntos que, entre muchos otros, pueden cambiar de manera muy notable el resultado final y, por tanto, la composición de las listas de Sumar.

Por el contrario, Podemos niega tajantemente esta interpretación. Para los morados, la parte final de la frase “unas primarias abiertas al conjunto de la ciudadanía en las que pueda participar cualquier persona, acordadas entre Podemos y Sumar”, únicamente significa que son esas organizaciones, Podemos y Sumar, las que suscriben el compromiso de celebrar primarias. El diseño de las mismas, aseguran fuentes de Podemos, tendrá que decidirse posteriormente, después del acto del domingo, y Podemos dice estar dispuesto a negociarlo con IU, Más País, Compromís y cuantas organizaciones se unan a Sumar.

Para los morados, el motivo real que lleva a Díaz a no querer firmar un acuerdo con Podemos es que la vicepresidenta no quiere bajo ningún concepto comprometerse a celebrar primarias “abiertas”. Este último término, abiertas, implica la puesta en marcha de un nuevo censo electoral en el que tendrán que inscribirse todos aquellos ciudadanos que quieran votar, y también supone que este censo debería estar abierto a cualquier persona que quisiera apuntarse. Conformar un nuevo censo es de obligado cumplimiento para Sumar, puesto que la ley impide a los partidos ya existentes fusionar sus censos de afiliados.

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