Entre estos casos, se incluyen 22 violaciones colectivas, en tres de las cuales después mataron a las víctimas y en otras dos también las torturaron, según la organización. Foto/acnur.org.com
EL NUEVO DIARIO, KINSASA. – Un total de 115 personas fueron víctimas de violencia sexual en los pasados meses de marzo y abril en el noreste de la República Democrática del Congo (RDC), donde la Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas reportó este miércoles que hubo en marzo más de veinte violaciones colectivas.
En marzo hubo 36 casos de violencia sexual con 61 víctimas en las provincias de Kivu del Norte, Ituri y Kivu del Sur, las más golpeadas por el conflicto alimentado por los grupos armados y el Ejército en esa zona.
Entre estos casos, se incluyen 22 violaciones colectivas, en tres de las cuales después mataron a las víctimas y en otras dos también las torturaron, según la organización.
En abril, los casos de violencia sexual aumentaron hasta los 39, con 64 víctimas, de las cuales 27 necesitaron asistencia médica.
Estos números son visiblemente inferiores a los reportados este mismo miércoles por Médicos Sin Fronteras (MSF), que asegura que sus equipos han atendido solo en Goma (capital de Kivu del Norte) y sus alrededores a 7.400 víctimas de violencia sexual en lo que va de año.
Además, en Kivu del Sur, la ONG ha tratado a unas 700 víctimas, la mayoría de ellas violadas a punta de pistola.
MSF aseguró que la violencia sexual «es una emergencia persistente en el noreste congoleño. «El contexto ha cambiado, pero la violencia sexual persiste con la misma crudeza», advirtió François Calas, responsable de su programa en Kivu del Norte.
En general, en marzo hubo un aumento del 40 % de las violaciones de derechos humanos en la RDC, según esta oficina de la ONU que reportó 551 casos ese mes, casi en su mayoría en las tres provincias nororientales citadas.
Mientras, en abril, descendieron ligeramente, pero se registraron 547.
Más del 70 % de estas violaciones de derechos humanos fueron cometidas por grupos armados -las restantes son obra de agentes del Estado-, siendo el Movimiento 23 de Marzo (M23, milicia apoyada según la ONU y varios países por Ruanda) el actor que más violaciones ha perpetrado, a pesar de las negociaciones en marcha con el Gobierno congoleño.
El M23, formado originalmente por tutsis, la comunidad que sufrió principalmente el genocidio ruandés de 1994, lanzó a principios de año una gran ofensiva con la que tomaron Goma, principal ciudad del noreste congoleño, y Bukavu (capital de Kivu del Sur).
Desde la escalada del conflicto, según la ONU, cerca de 1,2 millones de personas se han visto desplazadas en Kivu del Norte y Kivu del Sur y miles de personas han muerto.
El este de la RDC, con poca presencia estatal y una gran riqueza mineral, está sumido desde 1998 en un conflicto alimentado por más de cien grupos rebeldes, así como por el Ejército, acusado también de perpetrar asesinatos y otras violaciones de derechos humanos.
