Este 1 de junio, México celebra unas elecciones sin precedentes en su historia. Por primera vez, la ciudadanía elegirá a casi 2.700 impartidores de justicia que conformarán el nuevo rostro del Poder Judicial para la próxima década. Aunque algunos países como Bolivia o Estados Unidos eligen jueces por voto popular, ninguno lo ha hecho de manera tan amplia ni profunda. El proceso ha estado marcado por falta de información, dudas sobre la preparación de los candidatos y preocupaciones sobre la posible pérdida de independencia judicial.
