Los miembros del último secretariado de la extinta guerrilla de las FARC han reconocido este martes ante el tribunal de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) que el reclutamiento de menores en el marco del conflicto armado “fue un hecho injustificable que marcó de manera irreversible la vida de quienes fueron involucrados”. El tribunal de paz había imputado a finales de 2024 a los seis excomandantes por crímenes de guerra, entre ellos el reclutamiento forzoso de al menos 18.677 niños entre 1996 y 2006, de los cuales muchos fueron sometidas a torturas, violaciones y abortos forzados. Ellos ahora admiten su “responsabilidad” por esta “herida colectiva que dejó cicatrices hondas en el tejido social”, pero no profundizan sobre las acusaciones de violencia sexual.
