Muere Alan Glass, un surrealista canadiense en México

Por su galerista, Ramón López Quiroga, hemos aprendido la noticia de la desaparición, el 16 de enero, del surrealista canadiense Alan Glass, formado en la École des Beaux-Arts de su Montréal natal, y en el taller del pintor Alfred Pellan. Gracias a una beca del gobierno canadiense, en 1952 trasladó su residencia a París, donde amplió estudios en los Beaux-Arts, y en el Musée de l’Homme. Para vivir, trabajó en un club de jazz. Tras conocer a André Breton, se integró en el grupo surrealista, dentro del cual fue especialmente cercano a Aube Elléouet (la hija del fundador), a Toyen, y a sus compatriotas Mimi Parent y Jean Benoît. Su primera individual, de dibujos automáticos, tuvo lugar allá, en 1958, en la galería Le Terrain Vague, con catálogo prologado por Alejandro Jorodowsky. Frecuentó también a Riopelle, otro de sus compatriotas, y a su entonces mujer, Joan Mitchell, así como a Sam Francis. Alejandra Pizarnik le dedicó un poema de ‘Árbol de Diana’ (1962); en 2016 él le dedicaría un álbum de puntas secas, ‘Le Maréchal’. Noticia Relacionada estandar Si En el ‘laboratorio’ de Joan Miró: así se gestó el genio Natividad Pulido Cuarenta años después de su muerte, el Guggenheim de Bilbao le dedica una exposición centrada entre 1920 y 1945, la etapa más decisiva de su carrera, con constantes y radicales innovaciones Tras ver, en casa de Aube, la típica calavera de azúcar, nació en él el deseo de visitar México, cosa que hizo en 1962. El país le atrapó. En 1966 causó sensación con su exposición ‘Los relicarios’, en la galería de Antonio Souza. En 1970, se instaló definitivamente allá. Muy amigo de Leonora Carrington, también frecuentó a Manuel Álvarez Bravo, Kati Horna, Bridget Tichenor, Friedeberg, Felguérez o Vicente Rojo… De 1972 en adelante, se ocupó de su obra Pecanins, pasando en 2003 a López Quiroga. En 1976 expuso en el Museo de Arte Moderno, donde repetiría en 2008. Recordemos también sus individuales en la sala neoyorquina de Claude Bernard (1991), y en 1900-2000, de París (2001). En 2017, recibió la Medalla de Bellas Artes. Frecuentador de Rastros de ambos continentes, y coleccionista compulsivo de objetos que atiborraban su casa de la Colonia Roma, descrita por Alberto Ruy Sánchez como «inmensa caja de juguetes», Glass ha sido un inspirado creador de collages y cajas. « Cornell es mi hermano », llegó a afirmar en una ocasión. En sus piezas se mezclan motivos prehispánicos o barrocos de su país adoptivo, y otros europeos y ochocentistas. Mencionemos, como ejemplos característicos de su arte, ‘Edward Lear at Chantilly’ y ‘Ziggurat Polar’ (1991 ambos); sus homenajes a Lewis Carroll, Luis II de Baviera, Brillat-Savarin, De Chirico, Meret Oppenheim o Varian Fry; y sus «Estampillas para viajar», sellos de correos delicadamente intervenidos con acuarela. Su primera presencia española fue en 2004, en una colectiva en homenaje precisamente a Cornell, celebrada en Utopia Parkway, galería cuyo nombre mismo es un homenaje al norteamericano. En 2007, Michel Soskine presentó la que de momento ha sido su única individual española, ‘Gabinete surrealista’. En 2012, Turner publicó una monografía de Masaya Nonaka sobre su obra.

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