Oklahoma City y sus apasionados aficionados viven con máxima intensidad las Finales de la NBA al ritmo de los Thunder, el “corazón palpitante” de una ciudad revitalizada por un equipo de básquet y su estrella, Shai Gilgeous-Alexander.
“Este lugar es una locura, el nivel de decibelios era demencial”, destacó el jueves el entrenador Rick Carlisle después de que sus Indiana Pacers arañaran un triunfo en el último segundo (111-110) en el arranque de las Finales, que se disputan al mejor de siete partidos.
El ensordecedor ambiente de los 18.200 espectadores del Paycom Center fue una muestra del entusiasmo por los Thunder, la franquicia que se mudó en 2008 a Oklahoma City procedente de Seattle.
“Los Thunder son el corazón palpitante de esta ciudad. En mi barrio, cada casa tiene un cartel en su jardín animando al equipo“, explica a la AFP Joe Mussatto, editorialista del diario The Oklahoman.
“El crecimiento de Oklahoma City está ligado a la llegada de los Thunder“, apunta Mussatto, quien ha visto cómo la población de la ciudad aumentaba en torno a un 23% desde 2010, hasta algo más de 700.000 habitantes.
Tras el devastador huracán Katrina en 2005, la capital del estado de Oklahoma acogió partidos de los New Orleans Hornets. Su apasionado apoyo “demostró a la NBA que la ciudad podía albergar una franquicia“, recuerda el periodista.
– “Una ciudad joven” –
Chris, de 40 años y abonado al equipo desde su primera temporada, describe: “OKC ha sido totalmente transformada por los Thunder, convirtiéndose en una ciudad joven y animada”.
Antes del inicio de las Finales, las segundas en Oklahoma City tras la derrota en 2012, Hailey se toma una foto con sus dos hijos frente a un mural en honor de Shai Gilgeous-Alexander.
El canadiense, flamante Jugador Más Valioso (MVP) del año, es la estrella que tomó el testigo de Kevin Durant y Russell Westbrook, los líderes del plantel vencido en 2012 por los Miami Heat.
“Los Thunder cambiaron por completo el centro de la ciudad, nos dieron un equipo al que apoyar”, agradece Hailey.
La transformación incluirá una nueva cancha que está en construcción a dos pasos de la actual, que será inaugurada en 2028 o 2029.
El costo de las obras, estimado en unos 900 millones de dólares, se financia en un 95% por los impuestos locales, a pesar de las críticas de expertos escépticos con las repercusiones económicas esperadas.
Los Thunder, que completan la financiación, se ha comprometido a permanecer en la ciudad por otros 25 años.
Para regresar a la cumbre de las Finales, Oklahoma City tuvo que reconstruirse durante varios años desde el pozo de la liga, una travesía en el desierto en la que nunca perdió el apoyo popular.
“Es una comunidad increíble”, subraya el entrenador Mark Daigneault. “Nuestro joven equipo necesitó tiempo para desarrollarse y pudo hacerlo con ánimos constantes en un espíritu siempre positivo a pesar de los altibajos, lo que ayudó a nuestros jugadores a crecer”.
– Pastor y rodeo –
Los aficionados, de su lado, se ven reconocidos en el espíritu de la actual plantilla.
Para Cody, un técnico en transmisiones de 28 años, los jugadores “tienen buenos modales, son fieles a la hospitalidad de la gente del sur, son amigables y saben ayudarse mutuamente”.
En el encuentro entre la historia y el alma de la ciudad, cada nuevo jugador debe visitar el Memorial del atentado del 19 de abril de 1995. Hasta 168 personas murieron y más de 500 fueron heridas en un ataque con camión bomba contra un edificio federal orquestado por un exsoldado de extrema derecha.
El folclore local tiene también su lugar durante las Finales: los ‘Oklahoma wildcatters‘, unos cowboys profesionales del rodeo, anuncian un nuevo espectáculo el próximo mes en este mismo recinto.
Antes de los partidos, un pastor de una iglesia local pronuncia una oración, concluida con un ‘amén’ colectivo que precede al himno nacional.
La ciudad sigue creciendo gracias a la diversificación de su industria. La extracción de petróleo y gas y la agricultura intensiva en las llanuras de este estado central del país, que votó en un 66% por Donald Trump en 2024 (49% en Oklahoma City), han sido complementadas en particular por la industria aeronáutica.
El alcalde David Holt (46 años), un republicano miembro de la tribu indígena Osage que se mantiene al margen del movimiento MAGA, promueve con fuerza el deporte en su ciudad.
Aunque se encuentra a más de 2.000 kilómetros de Los Ángeles, Oklahoma City albergará dos deportes de los Juegos Olímpicos de 2028: el canotaje en eslalon y el sóftbol, una disciplina femenina muy popular, al igual que los Thunder.
