A Quique Llopis, uno de los mejores vallistas del mundo, no le gusta sonreír. Es un chico serio que se dedica a entrenar duro y a competir muy bien. Ya es subcampeón de Europa en los 110 metros vallas y fue cuarto en los Juegos de París. Ni ahí derrochó las sonrisas. Tampoco en Tarragona, donde cerró un buen Campeonato de España con una victoria y una marca extraordinaria (12,98s) que quedó invalidada para los récords por un viento excesivo (+2.3).
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A Quique Llopis, uno de los mejores vallistas del mundo, no le gusta sonreír. Es un chico serio que se dedica a entrenar duro y a competir muy bien. Ya es subcampeón de Europa en los 110 metros vallas y fue cuarto en los Juegos de París. Ni ahí derrochó las sonrisas. Tampoco en Tarragona, donde cerró un buen Campeonato de España con una victoria y una marca extraordinaria (12,98s) que quedó invalidada para los récords por un viento excesivo (+2.3).