El reverendo Rubén Díaz, presidente de la Organización de Ministros Hispanos de Nueva York y pastor de la Iglesia Cristiana de la Comunidad, ha manifestado su preocupación ante la orden ejecutiva firmada por el expresidente Donald Trump que autoriza allanamientos para deportar a inmigrantes ilegales con antecedentes penales.
En un comunicado, Díaz enfatizó la importancia de respetar los templos religiosos como espacios sagrados y protegidos por la Constitución de los Estados Unidos. La medida ejecutiva permite al Departamento de Seguridad Nacional realizar incursiones en busca de individuos con historial criminal, incluyendo la posibilidad de ingresar a instituciones religiosas.
Sin embargo, el reverendo subrayó que, según la Primera Enmienda y el Acta de Libertad Religiosa, las iglesias están amparadas como “casas de refugio” y cualquier incursión durante actos religiosos constituye un “acto de profanación”. Además, reiteró que todos los lugares de culto, ya sean iglesias, sinagogas o mezquitas, deben ser respetados como espacios inviolables de adoración.
Aunque Díaz ha sido un firme defensor del expresidente Trump y de su política de “hacer a América excelente otra vez”, instó al exmandatario a aclarar públicamente su posición sobre los allanamientos en templos religiosos. “Respaldamos el arresto y extradición de toda persona que abuse, viole o falte el respeto a las autoridades de justicia”, afirmó, pero insistió en la necesidad de proteger los templos como espacios de refugio y fe.
Para concluir, Díaz recordó que, aunque la Biblia menciona que en tiempos antiguos los reyes podían ingresar a los templos en busca de criminales (1 Reyes 2:28-34), estas acciones no deben interpretarse como una justificación divina para profanar lugares de culto en la actualidad. Su mensaje fue un llamado al respeto por la libertad religiosa y la dignidad de los espacios sagrados en la sociedad estadounidense.