El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha querido sacar pecho de su decisión de desplegar a soldados y agentes federales en las calles de Washington, pese a la desazón que la medida genera entre los residentes. El republicano, que adoptó la medida hace diez días con el argumento de una supuesta escalada de la violencia, se desplazó al cuartel de operaciones de este despliegue para saludar a militares y policías y sostener que esos efectivos “se van a quedar un largo tiempo”. La legislación le permite mantener esta medida durante 30 días, pero Trump apunta que se plantea prorrogarla.
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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha querido sacar pecho de su decisión de desplegar a soldados y agentes federales en las calles de Washington, pese a la desazón que la medida genera entre los residentes. El republicano, que adoptó la medida hace diez días con el argumento de una supuesta escalada de la violencia, se desplazó al cuartel de operaciones de este despliegue para saludar a militares y policías y sostener que esos efectivos “se van a quedar un largo tiempo”. La legislación le permite mantener esta medida durante 30 días, pero Trump apunta que se plantea prorrogarla.