El Pedro Páramo de los cómics, con sus fantasmas de soledad. En ‘ Por culpa de una flor ‘ (ed. Blackie Books), de María Medem , hay un pueblo mágico, otra Comala deshabitada y poética, un remanso de sentimientos de complejidad doliente trenzados por la colorida determinación de la autora por la belleza , como Rulfo , tan tímido en aquella entrevista con Soler Serrano . La Gran Belleza. Pero ‘rollo indi’, aunque no como promulgó Eric de Los Planetas («’mdma’ con anís el mono, con un toque de hielo, y un pizquín de Cocacola Zero») sino por innegociablemente puro, valor bajista por antonomasia en la industria de la supervivencia. ¡Última hora Tito Berni , Negreira , lexicógrafos, Extremoduro , Putin ! La belleza, lluvia fina, garúa que despierta una vida que no es solo muerte aliñada de ansiedad, neurosis, terror y todas las sombras que somos. A las que se les puede hacer ‘ghosting’ un ratito pasando estas páginas. ¡Podemos salirnos! Y salirnos mejores. Esto es el arte, efecto benéfico estomacal. Carla Simón dice: « Veo reflejada mi alma en cada página ». Yo, ¡tampoco! Pero es una maravilla, comenta nuestro Morán que la entrevistó por la maravilla. Medem ganó el ACDCómic a la Mejor Autora Emergente en 2019; ilustra para ‘The New York Times’, ‘The Washington Post’ o ‘The New Yorker’; será la primera española en publicar en la prestigiosa editorial Drawn & Quarterly, la de Seth y Daniel Clowes , y los derechos en inglés de este libro se vendieron en menos de 24 horas. Tiene 28 años, y una mirada alta infrecuente. Ah, y también ha trabajado con A24, la productora de ‘ Spring Breakers ‘, ‘ Moonlight ‘, ‘ Florida Project ‘, ‘ Euphoria ‘, ‘ Langosta ‘, ‘ Climax ‘,… Y la muy odiada ‘ Todo a la vez en todas partes ‘, ganadora de 7 Oscars con sólo 20 millones de presupuesto, ‘low cost’, y superando los 100 millones de recaudación… O sea, devolviendo a la gente al cine, salvándo las salas un poco. ‘Freak mainstream’, puede, porque puede irritar su desvarío apabullante. Doy fe, me pasó un rato. Con sus más de siete diferencias, sobre todo en serenidad, tanto ‘Todo a la vez en todas partes’ como ‘Por culpa de una flor’ comparten algo: juegan muy fuerte por lo suyo, con la libertad autoimpuesta de saber su genio.
Última hora: la belleza
