Antes de depositar el voto los 35.8 millones de argentinos obligados a ejercer el sufragio ya se han expresado a favor de un cambio que los redima de la permanente crisis económica que han debido soportar.
Si en algo difieren se trata del capitán a quien otorgarán la responsabilidad de dirigir la nave del Estado. En el actual proceso que culmina con el balotaje de hoy los argentinos han dejado claramente establecido que quieren un cambio, pero no de personas sino de modelo.
Es la misión para el que resulte electo entre las votaciones, el peronista y actual ministro de Economía, Sergio Massa, y el conservador Javier Milei.
Por la presencia de Argentina en la economía mundial , así como en la cultura y el deporte las votaciones han acaparado la atención de la comunidad internacional. Incluso la clase política e intelectual de diferentes países ha tomado partido a favor de Massa o de Milei.
El proceso ha evidenciado que sin importar quien gane las elecciones, Argentina, que lidera a la región en inflación y devaluación de la moneda, no será la misma. El panorama proyecta que los argentinos sortearán momentos difíciles en los que encuentran el rumbo para el despegue de su economía, que es la tercera más grande del continente.
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Milei, que ha enterrado la motosierra con que recortaría el Estado, y Massa, que se ha alejado del populismo peronista, encarnan la esperanza de una nación encomendada a su liderazgo político para mejorar sus condiciones de vida.
