Científicos descubren una posible causa del Síndrome de Muerte Súbita del Lactante

El Síndrome de Muerte Súbita del Lactante (SMSL) es la principal causa de mortalidad en lactantes de menos de un año en países desarrollados. Según la Asociación Española de Pediatría, tiene una incidencia aproximada de 1 de cada 1.000 nacimientos en España . Aunque el origen de este fallecimiento repentino es un misterio para la ciencia y una tragedia para las familias que lo sufren, un nuevo artículo publicado el pasado jueves en el Journal of Neuropathology & Experimental Neurology y realizado por Oxford University Press, indica que este síndrome puede estar asociado en muchos casos con una anomalía del tronco encefálico que afecta a los receptores de serotonina . ¿Qué es el Síndrome de Muerte Súbita del Lactante? El SMSL se produce cuando un bebé aparentemente sano muere de forma repentina, aunque generalmente ocurre mientras los bebés están durmiendo . Noticia Relacionada estandar Si La fórmula que funciona para alcanzar metas en el primer año de vida del bebé, según una mamá primeriza Carlota Fominaya Iria Sagalés escribe sobre los retos, miedos e inseguridades que surgen en esta etapa vital Pese a que se desconocen las causas, se sabe que tiene más probabilidades de ocurrir entre los 2 y 4 meses de edad y afecta más a los niños que a las niñas. Además, la mayoría de las muertes por SMSL se presentan durante el invierno , debido a que los progenitores tienden a abrigar a los niños en exceso. Asimismo, existen otros factores que pueden aumentar el riesgo de padecerlo. Factores de riesgo: Dormir boca abajo. Dormir junto a los progenitores. Ser parte de un parto múltiple. Bebés prematuros. Antecedentes familiares. Madre adolescente. Intervalos de tiempo cortos entre embarazos. Cuidado prenatal tardío o ausencia de este. Un ambiente con humo de cigarrillo mientras están en el útero o después de nacer. Madres que fuman, consumen sustancias psicoactivas o medicamentos con efecto sedante durante el embarazo. Uso de colchones blandos. El nuevo estudio Los investigadores del Boston Children’s Hospital y el Rady Children’s Hospital, en San Diego, recolectaron muestras de tejidos procedentes de 58 bebés fallecidos por SMSL entre 2004 y 2011 y los compararon con las muestras del tejido cerebral de 12 bebés que murieron por otras causas. En ese sentido, los miembros de la investigación encontraron que aquellos que tenían el receptor de serotonina 2A/C alterado tenían más probabilidades de sufrir el SMSL en comparación con los lactantes del grupo de control. Por su parte, Robin Haynes, autor principal del estudio e investigador del Boston Children’s Hospital, dijo que los bebés normalmente tienen una respuesta protectora que los impulsa a jadear cuando no reciben suficiente oxígeno durante el sueño. «Se despiertan y pasan por lo que se llama ‘auto resucitación’, donde comienzan a respirar», reveló. Sin embargo, en aquellos lactantes en los que el receptor de serotonina se encuentra alterado, esa respuesta puede no activarse dificultando la restauración de su respiración y frecuencia cardíaca, lo que puede dificultar el flujo sanguíneo y el suministro de oxígeno. El grupo de investigación con sede en Boston detrás del nuevo estudio ha estudiado la relación entre el SIDS y la serotonina durante aproximadamente tres décadas y ha publicado varios artículos basados en varios análisis de las mismas muestras de tejido cerebral. «El trabajo presentado se basa en varios trabajos previos de nuestro laboratorio y en otros que muestran anormalidades en el sistema serotoninérgico de algunos bebés con SMSL», reveló Robin Haynes, a lo que añadió: «Aunque hemos identificado anormalidades en el receptor de serotonina 2A/C en el SMSL, la relación entre las anormalidades y la causa de la muerte aún se desconoce. Queda mucho trabajo por hacer para determinar las consecuencias de las anomalías en este receptor». En ese sentido, aunque no existen pruebas para revelar si un bebé tiene una predisposición subyacente al SMSL, y dado que no se han confirmado las causas ni las consecuencias de esta anomalía, no existen tratamientos para reducir el riesgo de padecer este síndrome. No obstante, Haynes confesó que los investigadores no han renunciado a esa posibilidad. «Una vez que se identifica a un bebé con una anomalía en particular, el objetivo algún día es tener una terapia preventiva», concluyó.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

WP Radio
WP Radio
OFFLINE LIVE