El Obispado de Ourense ha apartado cautelarmente este lunes de sus funciones públicas al párroco de O Carballiño, que está siendo investigado como presunto autor de agresiones sexuales continuadas a sus sobrinas.
Sin embargo, esta no es la primera vez que el hombre está acusado por estos hechos. Ya en 2019, una de las hijas de su hermano le denunció por abusos sexuales cuando era menor de edad.
¿Quiénes son las denunciantes?
Las denunciantes, que fueron citadas este pasado sábado para tomarles declaración en el Juzgado de Instrucción número 1 de Ourense, son las sobrinas del párroco. Son las hijas de su hermano.
Por protección de datos, no han trascendido las identidades de las chicas. Lo único que se sabe es que ambas son mayores de edad y que una de ellas, la mayor, tiene 31 años actualmente.
¿De qué acusan a su tío?
Las dos hermanas acusan a su tío, que hasta el momento ejercía como sacerdote en O Carballiño, de abusos y agresiones sexuales continuadas durante su infancia. La mayor, según su versión, los sufrió desde la niñez y hasta los 17 años. Por su parte, la otra sobrina fue agredida por el cura hasta los 13 años.
¿Ya habían denunciado antes?
En noviembre de 2019, la mayor de las hermanas recurrió a la jurisdicción ordinaria para denunciar por abusos sexuales de manera recurrente a su tío.
En aquel momento, el cura, natural de Vistahermosa y ordenado en 1995, estaba a cargo de varias parroquias en el Concello de Allariz. Fue apartado de sus funciones temporalmente, pero el hombre no llegó a ser juzgado tras esta denuncia.
¿Por qué no fue juzgado en 2019?
El cura ourensano no fue juzgado en noviembre de 2019 porque el delito había prescrito. Este tipo de delitos contra la libertad sexual tienen un plazo de prescripción de diez años a contar desde su mayoría de edad.
En el momento en el que denunció los hechos, la joven tenía 29 años, por lo que ya se había sobrepasado —aunque fuese por poco tiempo— el plazo de diez años que se otorga desde la mayoría de edad.
¿Cuándo volvió a ejercer como sacerdote?
En abril de 2021, tras pasar un año y medio desde que la joven puso la denuncia, el Obispado le permitió volver al párroco a asumir sus responsabilidades pastorales.
«Habiendo recibido de la Congregación para doctrina de la Fe la comunicación del archivo del caso, por el presente, dispongo el levantamiento de las medidas cautelares«, recogía un documento firmado por el obispo de Ourense, Leonardo Lemos, y recuperado por La Voz de Galicia.
¿Qué medidas se han tomado ahora?
Aunque en ningún momento ha llegado a ser detenido, el párroco ha tenido que ir a declarar a los juzgados de Ourense en calidad de investigado. Durante esta citación, se le tomó declaración, al igual que sus dos sobrinas.
El juez le prohibió acercarse y comunicarse con las dos hermanas. Tampoco puede salir del territorio nacional, por lo que se le ha retirado el pasaporte y está obligado a comparecer de manera quincenal.
Por su parte, el Obispado de Ourense volvió a apartarlo cautelarmente de las parroquias que tenía encomendadas y de «otros oficios y tareas pastorales que realizaba», «de acuerdo con los Protocolos vigentes de la Santa Sede y de la Conferencia Episcopal Española», recogieron en un comunicado.
