El rostro de Garbiñe Muguruza durante el último set de su estreno en el Open de Australia reflejaba la desesperación en la que vive inmersa desde hace ya varios años. La española no encontraba la forma de meterle mano a su rival, y eso que durante buena parte del encuentro había dominado el marcador. Impotencia que le condenó de nuevo a la derrota -la quinta consecutiva y su enésimo tropiezo temprano en un Grand Slam – y que hunde más su figura en un agujero del que no encuentra manera de salir. «Empiezo jugando bien y luego quizá no muestro el nivel más alto. La verdad es que me está costando jugar los momentos importantes. Es necesario cerrar los partidos cuando puedes, pero esa autoridad te la dan las victorias y los partidos», reconocía la española después de caer ante Elise Mertens en tres sets (3-6, 7-6 (3) y 6-1). Garbiñe llegó a servir para ganar el partido con 6-5 en la segunda manga, pero fue entonces cuando su brazo empezó a temblar, como casi siempre en los últimos tiempos. El calor castigó a Muguruza, que sufrió muchos calambres en el tramo final y solo fue capaz de ganar un juego más en todo el partido. «Creo que ha sido una mezcla de tensión y cansancio. Físicamente he notado un bajón y ella se ha venido arriba», apuntó la caraqueña, decepcionada consigo misma. Noticia Relacionada Tenis estandar No Regreso triunfal de Djokovic a la pista «más especial» de su vida S. D. Apoyado por la grada de la Rod Laver Arena, el serbio batió a un combativo ante el español Roberto Carballés en su debut australiano La derrota es la quinta consecutiva de la española, que en 2023 no conoce la victoria. Cuando acabe el Open de Australia y se actualice el ranking WTA, Muguruza caerá al puesto 81 de la clasificación. Para encontrar una posición peor en su clasificación mundial hay que retroceder hasta 2012, cuando Garbiñe era aún una joven que soñaba con despuntar en el tenis. «Está claro que a todo el mundo le gusta jugar los Grand Slams y las finales, pero ahora me toca trabajar humildemente y pasar un poco desapercibida para tratar de escalar otra vez. Tendré que hacer un calendario adecuado con mi ranking. Intentaré jugar los mejores torneos también, pero cuando no pueda miraré otros de menor categoría». A la búsqueda de confianza Un paso atrás, para dar un salto adelante. Una solución para salir de un agujero que no parece tener final. « He jugado muchas veces torneos de 250 o 500 y siempre viene bien . Incluso cuando mejor estaba, también he jugado este tipo de torneos para coger confianza». Confianza. La palabra que lo resume todo. La que martillea la cabeza de Garbiñe en esos momentos en los que su brazo no responde a los estímulos de su cerebro como a ella le gustaría. Por su parte Djokovic , en su regreso al Rod Laver Arena tras los problemas burocráticos que le impidieron jugar allí en 2022, debutó con victoria plácida ante el español Roberto Carballés (6-3, 6-4 y 6-0), aunque la imagen del día fue la del veterano Murray eliminando al italiano Berrettini en un maratoniano partido que duró más de cuatro horas y que se decidió en el ‘tie break’ del quinto set (6-3, 6-3, 4-6, 6-7 y 7-6).
El agujero sin fin de Garbiñe Muguruza: «Me toca pasar desapercibida»
