El desplome de Credit Suisse provoca de nuevo el pánico en las bolsas europeas y el temor a un contagio sistémico

No se habla tanto de pánico, pero sí hay preocupación por la situación financiera. La intervención del Silicon Valley Bank (SVB) sigue cobrándose víctimas colaterales y este miércoles las acciones de Credit Suisse cayeron un 14% en la Bolsa de Zúrich, después de haber llegado a desplomarse un 30%, en un día marcado por la negativa del Banco Nacional Saudí, su principal accionista, a darle más asistencia financiera, lo que minó la confianza de los inversores. La entidad ha pedido apoyo al Banco Central suizo, que con un comunicado aseguró que cumple con los requisitos de liquidez y capital, pero al mismo tiempo avisó de que le rescatará si es neceario.

Las acciones del banco de Zúrich, uno de los 20 mayores de Europa y uno de los 50 principales del mundo, se situaron en torno a los 1,9 francos suizos (1,95 euros), después de haberse situado en un mínimo histórico de 1,5 francos durante la sesión (1,54 euros), cuando jamás habían estado por debajo de los 2 francos por papeleta. Todo esto en una situación ya de por sí muy compleja para el banco. Tanta fue la repercusión que Credit Suisse arrastró además a otros tres bancos europeos: los italianos Monte dei Paschi y UniCredit y Societe Generale tuvieron que suspender su cotización.

Además, el Ibex cedió un 4,37%. El principal selectivo español ha vivido su peor sesión desde noviembre de 2021, hace ya 16 meses, y se sitúa 8.759 puntos. Todos los bancos han perdido más de un 6%, con Sabadell como el más perjudicado al dejarse un 10,49%. También han destacado las caídas en Inditex, que ha cedido un 5,11% pese a presentar unos resultados récord. Por otro lado, Milán ha caído el 4,61 %, Londres el 3,83%; París el 3,58%; Frankfurt el 3,27%; y el índice Euro Stoxx 50, que agrupa a las mayores cotizadas, el 3,46%. Son los mayores descensos en lo que va de año en todos los casos.

La entidad suiza no sale de los problemas. Encadena dos años de pérdidas millonarias: en 2021 fueron de 1.572 millones de francos suizos (1.600 millones de euros), y en 2022 casi se quintuplicaron, hasta los 7.293 millones de francos (7.400 millones de euros). Credit Suisse sufrió además el pasado año la retirada de liquidez por valor de 123.200 millones de francos suizos (126.000 millones de euros).

Entre los principales factores que explican estas pésimas cuentas destaca su exposición a firmas de riesgo que colapsaron en ejercicios anteriores, como el fondo de cobertura estadounidense Archegos o la firma angloaustraliana de servicios financieros Greensill. A los problemas financieros se suman muchos otros en torno a la reputación del banco, que han causado una amplia remodelación de la directiva en los últimos años.

Con cautela, pero sin catastrofismo

De momento se evita, de todos modos, el catastrofismo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quiso mandar este miércoles un mensaje de «cautela y prudencia» ante las tensiones en los mercados financieros. El jefe del Ejecutivo recordó que Europa tiene un sistema de supervisión reforzada que no tenía antes del inicio de la crisis financiera y, en general, tanto los bancos europeos como los españoles tienen unas ratios de liquidez y solvencia «muy por encima» de las que tenían en 2008.

«El sector financiero español está por encima de la media de liquidez y solvencia», ha destacado el presidente español, que ha apuntado que el Gobierno está en contacto con las autoridades comunitarias y el Banco Central Europeo. Según Sánchez, tras la anterior crisis se han «extraído lecciones» y ya no existe la desregulación que se «sufría», por lo que es importante, ha dicho, reivindicar las medidas tomadas y el sistema de supervisión reforzado.

En esa misma línea se pronunció también la comisaria europea de Servicios Financieros, Miread McGuinness, quien recalcó que la quiebra del Sillicon Valley Bank y otras dos entidades estadounidenses tiene un impacto directo «limitado» en la banca de la Unión Europea y aseguró que los supervisores europeos vigilan el posible efecto del nuevo entorno de altos tipos de interés en el sector. «Estamos vigilando los acontecimientos en Estados Unidos, donde las autoridades tomaron acciones rápidas y decididas. El impacto directo en la UE parece limitado y estamos en contacto con las autoridades supervisoras relevantes», dijo en un debate con el pleno del Parlamento Europeo convocado a raíz de la caída de SVB la semana pasada.

El impacto directo en la UE parece limitado y estamos en contacto con las autoridades supervisoras relevantes

La comisaria irlandesa incidió en que SVB tiene una presencia «muy limitada en la UE». Las autoridades alemanas, dónde SVB tenía una filial de préstamos pero no de depósitos, ha aplicado una moratoria a la entidad, mientras que en Dinamarca y Suecia la entidad estadounidense solo tenía oficinas de representación, pero no subsidiarias que captasen depósitos, explicó.

Todo lo anterior no quita para que se opte a la vez por la cautela, y el propio BCE ha empezado a contactar con los bancos europeos que supervisa directamente para conocer qué posible exposición tienen a Credit Suisse, según fuentes consultadas por Europa Press. En todo caso, según indican fuentes financieras, la actuación del regulador bancario europeo no implica de por sí una debilidad en el sector o en la entidad suiza, sino que es «lo normal» ante una situación de estrés como la vivida en este momento.

De hecho, mas allá de que el BCE esté solicitando datos a los equipos de riesgos de las entidades que supervisa, una de estas fuentes del sector apunta a que «lo lógico» es que los propios bancos lleven tiempo realizando sus propios análisis con respecto a Credit Suisse, porque la situación «no es de ahora».

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