A Yalemzerf Yehualaw , la atleta estrella del 10K Valencia , le sobraron seis segundos, apenas unos cuantos metros, para sellar con éxito el domingo su asalto al récord del mundo femenino en los 10.000 metros en ruta. La etíope tenía marcada en rojo esta carrera, en el denominado circuito urbano más rápido del mundo, para mejorar la plusmarca que ella misma estableció el año pasado (29.14). Dicen que el viento en contra le jugó una mala pasada. Poco antes había cruzado la meta el keniano Weldon Kipkirui Langat, ganador masculino. En su caso, lejos del récord mundial que estableció en ese mismo trazado valenciano, con final en el Paseo de la Alameda, su compatriota Rhonex Kipruto en 2020 (26:24). Ellos dos fueron los que subieron al podio, pero aún faltaba un ganador. Un poco más tarde, ya incrustado entre los más de 10.000 atletas populares que tomaron parte en la prueba, cruzó la meta Ángel Carretero Santos . A un ritmo nada desdeñable para un atleta amateur de 3:24 el kilómetro, el corredor valenciano paró su cronómetro en 33:52 para clasificarse en el puesto 492. Sin embargo, también fue el primero de su categoría, la de los atletas no binarios, aquellos que no se identifican con ninguno de los dos géneros establecidos, el masculino y el femenino. La 10K Valencia se convirtió este domingo en la primera prueba del calendario español en incluir este tercer grupo no normativo en sus formularios de inscripción. En total, se apuntaron 39 deportistas, de los que 32 iniciaron la carrera (24 con nombres masculinos y 8 con nombres femeninos). Finalizaron 30. «La innovación va en nuestro ADN y me siento muy orgulloso de ser pionero en este sentido», explica a ABC Álex Aparicio , el organización del 10K, quien admite no haber detectado esa necesidad en los quince años de vida de la carrera. «Tenemos muchas interacciones con los corredores, sobre todo por redes sociales, pero ni una sola vez nos habían preguntado por esto, esa es la verdad. Pero lo vi interesante y lo propuse a mi equipo. No somos ajenos a esta realidad». La carrera de Valencia sigue una senda que iniciaron tras la pandemia algunos de los grandes maratones mundiales. En el de Nueva York del pasado noviembre no solo crearon dicha categoría, sino que la dotaron con una aportación económica. El ganador, Jake Caswell , recibió 5.000 euros, el mismo premio que el italiano Daniele Meucci, octavo en la clasificación general. La diferencia entre ambos es que Caswell cruzó la meta en el puesto 172, con un tiempo de 2:45:12. Meucci, excampeón de Europa, recorrió los 42,195 kilómetros en 2:13:29. Nueva York ya había permitido la presencia de no binarios como tales en 2021, aunque entonces sin recompensa. Ese año se apuntaron 16 personas. La temporada pasada, ya con el aliciente económico, fueron 59. Jake Caswell, ganador no binario del maratón de Nueva York El maratón de Boston, otro de los seis ‘majors’ del calendario internacional, ha empezado a aceptar inscripciones de corredores no binarios para su edición de 2023. Berlín utilizó también una tercera clase en el maratón donde Eliud Kipchoge batió el récord del mundo. En su caso reservadas a atletas de «género diverso». En España, Valencia seguirá apostando por este tipo de inscritos tanto en el medio maratón de octubre como en el maratón de diciembre. De momento, ninguno de ellos, al igual que la 10K, tiene pensado dar premios ni trofeo a esta nueva categoría, que iguala a las clasificaciones por edades. «Vamos a valorar la premiación , pero con un podio y un trofeo para los tres primeros, no con una cantidad económica. Ahí se abre un debate interesante en el que, de momento, no queremos entrar. Otra cosa es dar visibilidad», cuenta Aparicio. Un cajón de sastre El primer estudio del Ministerio de Igualdad sobre «las necesidades y demandas de las personas no binarias en España», presentado el mes de julio último, define el binarismo de género como «la clasificación social que supone la existencia de dos únicas experiencias, corporalidades y roles de género, mujeres y hombres». Los no binarios no se sienten identificados al cien por cien con ninguno de esos dos géneros, por lo que lo consideran una estructura rígida y excluyente. No hay una cifra oficial sobre cuántas personas no binarias hay en España, pero el informe de Igualdad detecta que el 95% de ellas son menores de 35 años. Los propios autores del estudio reconocen que se trata de un «fenómeno social emergente». En Estados Unidos sí se atreven a cifrar en 1,2 millones las personas así definidas, según un estudio de la Universidad de California. Allí, la administración de Joe Biden ya ha admitido que los nuevos pasaportes recojan una tercera opción: se podrá elegir entre ‘H’, ‘M’ o ‘X’, para hombre, mujer o género neutro. Esta nueva categoría puede servir de avanzadilla para incluir en ella a las personas transexuales que no tengan el visto bueno para competir como mujeres por sus niveles de testosterona, una idea que avanzó la Federación Internacional de Natación el pasado mes de junio tras el escándalo provocado por la nadadora Lia Thomas. MÁS INFORMACIÓN atletismonoticia No El martillista Sergey Litvinov confiesa su dopaje y señala al sistema ruso noticia No La corredora de montaña Gemma Arenas, premiada con la medalla del COE aunque su disciplina no es olímpica No parece, en todo caso, que el auge de esta división en las carreras populares vaya a trasladarse al atletismo de élite en pista. Al menos, mientras Sebastian Coe sea su responsable. El presidente de la Federación siempre se ha mostrado contrario a incluir a atletas trans y no binarios en las competiciones. «Reconozco que hay un debate en torno a esto pero tenemos que tener muy claro que el género no puede triunfar sobre la biología, así que es nuestra responsabilidad como federación internacional proteger la categoría femenina en el atletismo de élite, no así en las pruebas masivas como los maratones, porque si no lo hacemos, ninguna mujer ganará una competición en nuestro deporte», reiteró Coe sobre ese asunto en el mes de diciembre en un encuentro con periodistas españoles.
El último laberinto en el deporte: llega a España la categoría para no binarios
