Jugamos a ‘Call of Duty Modern Warfare 3’: el mejor multijugador de las saga en años

Para un jugador veterano, que alguien le mencione ‘Call of Duty’ significa automáticamente revivir momentos de la infancia . Horas y horas jugando con los amigos tras salir de clase, pegados a la pantalla desbloqueando camuflajes, sacando rachas o picándose en partidas privadas ‘solo’ a francotirador. Mil y un recuerdos que granjearon títulos como ‘Black Ops’ o el homónimo al último lanzamiento ‘Modern Warfare 3’ (2011), que hicieron mella en el género ‘shooter’ y con el tiempo se consagraron como autenticas joyas de los videojuegos. No es de extrañar que años después, Activison haya querido apelar a la nostalgia y revivir la saga ‘Modern Warfare’. En 2019 les salió genial la jugada, pero el año pasado fracasaron con ‘Modern Warfare II’. Ahora les ha tocado probar suerte una vez más, con ‘Modern Warfare III’, y las opiniones están más enfrentadas que nunca. Para empezar, desde el inicio se ha rumoreado que iba a ser contenido adicional —un DLC— para ‘Modern Warfare II’, y en algunos aspectos se justifica la teoría. La campaña apresurada , de la que hablaremos más adelante, la interfaz que comparte con el juego de 2022 y con ‘Warzone’; la cantidad de contenido reciclado de ambos títulos y las escasas novedades han mosqueado a muchos jugadores. Tampoco lo pueden ocultar: se camufla a la perfección con el título del año pasado, y quien no tenga la vista entrenada no sabrá diferenciar un juego del otro. Noticia Relacionada estandar No Jugamos a ‘Assassin’s Creed Mirage’: una sigilosa vuelta a los orígenes Javier Palomo Es todo un regreso a las raíces de la saga. Un homenaje al título que lo inició todo, con un enfoque más táctico y de sigilo. Sin embargo, se queda corto con su legado Campaña olvidable Vamos a empezar por lo fuerte, y, por el contrario, lo más flojo. La campaña es, ante todo, decepcionante. Lo que ya forma parte de su ADN, desde la espectacularidad gráfica hasta las sensaciones de un ‘gunplay’ que a día de hoy no tienen rival, sigue innegablemente ahí. Sabes que estás ante un ‘Call of Duty’ porque tan pronto pulsas un gatillo —y todo lo implicado desde el sonido hasta la vibración, pasando por el temblor de la cámara y el impacto en el enemigo— la sensación que genera es gratificante. Por desgracia, en las escasas cuatro horas que dura, apenas dos o tres misiones hacen el esfuerzo de acercarse a algo realmente original y divertido. Las misiones están en un punto medio entre lo que sería el ‘battle royale’ de ‘Call of Duty’ y las experiencias clásicas donde lo cinemático y el frenetismo eran protagonistas. Sin embargo, siempre está más cerca de lo primero que de lo segundo y, francamente, quien quiera jugar a ‘Warzone’ en pequeñas dosis, igual ya tiene a mano ‘Warzone’ de manera gratuita. Al final puede aliviar una tarde aburrida, pero se queda más en lo anecdótico que en la espectacularidad a la que nos tenía acostumbrada la saga. Los zombies se quedan en tierra de nadie La segunda pata de esta mesa es el modo zombies, y si la campaña es ‘Warzone’, los zombies son el modo ‘DMZ’ del mismo. La nueva apuesta aparta la idea de subir rondas en pequeñas salas interconectadas para vivir una experiencia mundo abierto donde lo importante será recolectar recursos, conseguir mejores armas y cumplir pequeñas misiones mientras intentas que los caminantes no te despellejen. De nuevo, gracias a la jugabilidad, el modo es adictivo, frenético y lo más importante, divertido. Ha sido todo un acierto dividir el mapa en zonas con diferentes niveles de peligro, porque sientes que progresas cuando, tras varios minutos, ya puedes hacerle frente a esa horda que veías a lo lejos y que tus balas apenas tenían efecto. Sin embargo, el peligro de este modo es vaticinar si la comunidad seguirá jugándolo pasadas las primeras semanas o se quedará en el olvido más pronto que tarde. Las sesiones duran una hora, que sumado a que solo hay un mapa, pueden provocar que el hastío supere a la diversión. Habrá qué ver, por lo pronto podemos decir que en ABC nos ha gustado, pero las opiniones en general han sido mixtas. Un multijugador que vuelve al rescate La sorpresa llega cuando asumes que la campaña no existe, y que los zombies pueden ser algo pasajero; y te lanzas de cabeza al pozo de horas que es el multijugador. Es aquí donde te das cuenta que ‘Modern Warfare III’ está por encima de la media. Han cogido todo lo que ha funcionado en títulos anteriores, y lo han unido en un Monstruo de Frankenstein perfecto. Las jugadas reactivas, el tiempo de muerte rápido pero justo, los modos de juego, las armas, la duración de las partidas… es la perfección de la fórmula de la que siempre la saga ha fardado. Y con razón. Tenemos por un lado la lista de partidas rápidas, con mapas más pequeños y frenéticos, y luego modos como los de Guerra Terrestre o Invasión, con más jugadores, mapas grandes y control de objetivos. Estos últimos sorprenden por ser una apuesta muy conseguida para todo aquel que quiera una experiencia un poco más ‘a lo Battlefield’. Sea cual sea tu preferencia en ese sentido, por lo menos en ‘Modern Warfare III’ tienes una amplia selección donde elegir. Ahora está jugando todo el mundo y las colas son prácticamente inexistentes, pero no creemos que ningún modo de juego acabe ‘muriendo’ por completo en el futuro. Todos tienen su encanto. Otro acierto son los mapas, que no dejan de ser los míticos de ‘Modern Warfare 2’, pero actualizados a la época actual, por lo que todo lo que funcionaba antes funciona ahora. Es nostalgia pura volver a pisar Terminal o Favela, pero con gráficos punteros y una tasa de fotogramas estables. Si hubiera que sacar alguna pega, los menús y la interfaz son lo más incómodo y caótico que hemos visto en un juego en mucho tiempo, y además la exagerada monetización de elementos estéticos es abusiva. No perturba el gameplay, pero está ahí y en ocasiones parece un ‘sacacuartos’. ¿Merece la pena? A ‘Modern Warfare III’ se le ven las costuras en varios aspectos. La campaña parece un spin-off de algo mucho más grande, y los zombis no acaban de encajar para la comunidad. El multijugador es lo que salva a un producto que debería haberse quedado en DLC. Sin embargo, en ABC nos aventuramos a decir que sí. Es, probablemente, el título perfecto ahora mismo para quien necesite un rato de desconexión tras el trabajo o los estudios. La sencillez de sus mecánicas, la inmensa cantidad de contenido —que se seguirá ampliando con mapas y armas durante un año— y la nostalgia que mueve pueden satisfacer las delicias de muchos jugadores que les interese el multijugador competitivo, y nada más.

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