Manuel Borja-Villel no se presentará a la reelección como director del Reina Sofía

Y saltó la sorpresa. Este martes por la tarde, Manuel Borja-Villel , director del Museo Reina Sofía durante los últimos 15 años, anunciaba a través de la agencia Efe que no se presentará a la reelección. Una decisión que hacía pública solo dos días antes de que expirara su contrato (el jueves, día 19), y tras las informaciones publicadas por ABC en los tres últimos días. El domingo, el periódico desvelaba que Borja-Villel estaba en una situación laboral comprometida . Un contrato de noviembre de 2012 evitó que se aplicara la ley específica del Museo Reina Sofía en su nombramiento, pero sí la tuvo en cuenta para cambiar el nombre de su cargo. Además, los contratos de 2013 y 2018 mantuvieron el estatus de su primer contrato y evitaron que hubiera un concurso público para su renovación. Estos incumplimientos suponían, según varios juristas y un informe del Tribunal de Cuentas, un «fraude de ley» que podría servir para impugnar sus méritos y su presencia en el concurso para ser reelegido nuevo director. Algo que el museo negó a través de dos comunicados el domingo a última hora de la tarde. Ayer mismo, nueve creadores españoles enjuiciaban en estas mismas páginas la gestión de sus quince años al frente del Reina Sofía. Aunque hubo quien valoró su labor de manera positiva, la mayoría de los artistas le reprochaban que no había atendido suficientemente el arte español ni la pintura, que había convertido el museo en una colección personal pagada con dinero público, que había sido muy sectario (se le ha criticado en muchas ocasiones la excesiva ideologización de sus propuestas, la mayoría escoradas hacia la izquierda más radical), que se ha inventado la historia, que ya no podía dar más de sí y que era preciso un relevo. ABC trató ayer, sin éxito, de hablar con Borja-Villel. En declaraciones a Efe, advertía que el Reina Sofía se ha convertido en «un museo único, con una identidad muy marcada». Y hacía una advertencia: «Ojo con las instituciones; hay que cuidarlas, ha costado mucho levantarlas». Aseguraba que tenía la decisión tomada hacía «bastante tiempo»: «Las cosas se dicen cuando tocan y tenía decidido desde hace tiempo decirlo en este momento». Sorprende, pues el pasado mes de noviembre comentaba en una entrevista con ABC que no iba a desvelar su decisión: «No lo voy a decir, como no lo dije la otra vez, cuando vine al museo, por transparencia, por no hacer presión… Vaya por muchas cosas». Y añadía: «¿Retirarme?, en absoluto; de nada, vaya. Existe más vida aparte de esto». Respuesta a la gallega: podía valer para ambas opciones. Noticias Relacionadas estandar Si La gestión de Borja-Villel en el Reina Sofía, en el punto de mira Natividad Pulido estandar Si César Antonio Molina: «El tiempo de Borja-Villel se ha cumplido» Jaime G. Mora Este viernes se quedarán al frente del museo la subdirectora artística, Mabel Tapia , y el subdirector gerente, Julián González Cid (ambos tendrán firma y los próximos tres meses están hechos casi al detalle), hasta que se convoque el concurso el 1 de febrero y haya un nuevo director, que será designado, siguiendo el Código de Buenas Prácticas, por el Patronato -presidido por la exministra Ángeles González-Sinde , con quien tiene una gran sintonía-, con el asesoramiento de un comité de expertos y profesionales del mundo de la cultura. Los mismos pasos que se dieron en 2007, cuando Manuel Borja-Villel fue elegido por unanimidad para poner fin a la peor crisis del museo con Ana Martínez de Aguilar al frente del mismo. Trabajador incansable (incluso en vacaciones no sabe lo que es desconectar), profesional de reconocido prestigio -fue director de la Fundación Tàpies de Barcelona desde su inauguración, en junio de 1990, hasta julio de 1998; desde esa fecha hasta enero de 2008 fue director del Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (Macba)-, llegaba dispuesto a darle la vuelta como un calcetín al museo. Y vaya si lo hizo. Apartó a buena parte del anterior equipo. Se vino arriba en sus primeras declaraciones como flamante director del museo: quería convertir el Reina Sofía en un nuevo MoMA. Aunque también reconocía que tenía más moral que el Alcoyano. Le perseguía una sombra: ¿tenía la intención de implantar el modelo del Macba en el Reina Sofía? Hubiera sido un error. Lo supo ver y tiró por otros derroteros en los primeros años. Quienes hemos seguido la información del museo desde su primer día en el cargo hemos sido testigos de algunas ideas que ha repetido como un mantra: museo en Red, Latinoamérica, feminismos, descolonización, intersticios… En suma, otra mirada a la historia del Arte desde los márgenes, desde el Sur. Luces y sombras Manuel Borja-Villel (Burriana, Castellón, 1957) heredó una ampliación de Jean Nouvel, que costó 93 millones de euros y que ha hecho agua por todos sus costados; vio cómo Richard Serra tuvo que clonar su escultura de 38 toneladas desaparecida; tuvo sus más y sus menos con el entonces director del Prado, Miguel Zugaza , cuando éste trató de arrebatarle el ‘Guernica’… Por cierto, Borja-Villel no se atrevió a restaurarlo: tocar un icono del siglo XX pesa mucho. Puso en marcha la creación de la Fundación Museo Reina Sofía en 2012, a la que ha atraído a destacados coleccionistas españoles e iberoamericanos, que donan y hacen depósitos de obras. Un año antes, en 2011, el Consejo de Ministros aprobó el proyecto de ley reguladora del museo, que le dotaba de un marco jurídico propio. También ha conseguido atar la compra del Archivo Lafuente por casi 30 millones de euros, cuya sede estará en Santander. Su última aventura, reinstalar toda la colección permanente del museo, dividida en episodios, emulando a ‘La Guerra de las Galaxias’. Una discutida relectura integral de su colección, que incorporaba 2.000 obras (un 70% inéditas) en 15.000 metros cuadrados. Recuperó como espacio expositivo las 22 salas de la Planta A0 y dio entrada en el museo al 15-M y el 8-M , la identidad de género, la emigración, el colonialismo, la ecología, el indigenismo, la especulación inmobiliaria… Ya habían entrado antes en sus salas el cine y la fotografía. Pero la falta de personal hizo que buena parte de todo ello quedara a oscuras: cerraron hasta 59 salas . MÁS INFORMACIÓN noticia Si La reelección de Borja-Villel como director del Reina Sofía podría ser impugnada noticia Si De presocráticos a posmodernos En cuanto a las exposiciones temporales, de las que Borja-Villel ha sido comisario en no pocas ocasiones, huía de las muestras de tirón mediático, salvo excepciones, como la retrospectiva de Dalí que batió todos los récords o la que este año dedicará a ‘Picasso 1906’. Apostaba por exposiciones densas, sesudas, inundadas de ‘vitrinas y papelitos’. Casado con Yolanda Romero , conservadora de la colección del Banco de España, se le ve a gusto en Madrid. A falta de conocer cuál será su nueva aventura profesional, su proyecto más inminente será la 35 Bienal de Sao Paulo, de la que él es uno de sus cuatro comisarios.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

WP Radio
WP Radio
OFFLINE LIVE