Primera mujer curada de VIH por un trasplante de médula

Un estudio publicado en la revista « Cell » presenta el caso de la primera mujer con VIH curada. Se trata de la « paciente de Nueva York », una mujer con leucemia y VIH que está libre del virus desde 2017. Sería la primera mujer en curarse del virus tras un trasplante de médula ósea y se suma a los otros tres casos, varones. A diferencia de los otros pacientes, el paciente de Düsseldorf, el fallecido paciente de Berlín y el paciente de Londres , en este caso el curativo se llevó a cabo a partir de células madre resistentes al VIH obtenidas de sangre de cordón umbilical, en lugar de células adultas de donantes compatibles. La paciente de Nueva York, una mujer de mediana edad con leucemia y VIH, se identifica a sí misma como mestiza. «La epidemia del VIH es racialmente diversa, y es extremadamente raro que las personas de color o raza diversa encuentren un donante adulto no emparentado suficientemente compatible», señala Yvonne Bryson de UCLA , quien codirigió el estudio con la pediatra y experta en enfermedades infecciosas Deborah Persaud, de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins . « El uso de células de la sangre del cordón umbilical amplía las oportunidades para que las personas de ascendencia diversa que viven con el VIH y requieren un trasplante para curar otras enfermedades ». Noticia Relacionada 2 PACIENTE CURADO DEL VIH estandar No Adam Castillejo: «La ciencia debe tener límites en nuestro caso» R. Ibarra Supo que tenía VIH en 2003 y en 2012 fue diagnosticado de un linfoma de Hodgkin muy agresivo, lo que casi era una sentencia de muerte. Tras un primer fracaso del primer trasplante para tratar su linfoma, en 2015 le dieron la opción de un trasplante de médula, con lo que podía curarse de ambas enfermedades Casi 38 millones de personas en todo el mundo viven con el VIH y los tratamientos antivirales, si bien son efectivos, deben tomarse de por vida. El paciente de Berlín fue la primera persona en curarse del VIH en 2009 y, desde entonces, otros dos varones, el paciente de Londres y el paciente de Düsseldorf, también se han librado del virus. Los tres recibieron trasplantes de células madre como parte de sus tratamientos contra el cáncer y, en todos los casos, las células del donante provenían de adultos compatibles o « emparejados » que portaban dos copias de la mutación CCR5-delta32, una mutación natural que confiere resistencia al VIH al prevenir la el virus entre e infecte las células. Solo alrededor del 1% de las personas blancas son homocigotas para la mutación CCR5-delta32 y es aún más raro en otras poblaciones. Esta rareza limita el potencial para trasplantar células madre portadoras de la mutación beneficiosa en pacientes de color porque los trasplantes de células madre generalmente requieren una fuerte compatibilidad entre el donante y el receptor. Sabiendo que sería casi imposible encontrar a la paciente de Nueva York un donante adulto compatible con la mutación, el equipo en su lugar trasplantó células madre portadoras de CCR5-delta32/32 de sangre de cordón umbilical almacenada para tratar de curar tanto su cáncer como el VIH simultáneamente. Paciente compatible Las células de la sangre del cordón umbilical se infundieron junto con las células madre de uno de los familiares del paciente para aumentar las posibilidades de éxito del procedimiento. «Con la sangre del cordón umbilical, es posible que no tenga tantas células, y tardan un poco más en poblar el cuerpo después de la infusión -explica Bryson-. Usar una mezcla de células madre de un pariente compatible del paciente y células de la sangre del cordón umbilical le da a las células de la sangre del cordón un buen comienzo». El trasplante puso en remisión tanto el VIH como la leucemia del paciente, y esta remisión ha durado ya más de cuatro años. Treinta y siete meses después del trasplante, el paciente pudo dejar de tomar la medicación antiviral contra el VIH. Los médicos, que continúan controlándola, dicen que ahora es seronegativa desde hace más de 30 meses desde que suspendió el tratamiento antiviral (en el momento en que se escribió el estudio, solo habían pasado 18 meses). El trasplante de médula solo está indicado porque el paciente tiene un cáncer hematológico que no responde al tratamiento Jose Alcamí Virólogo y director de la Unidad de Inmunopatología del SIDA (Instituto de Salud Carlos III) « Los trasplantes de células madre con células CCR5-delta32/32 ofrecen una cura de dos por uno para las personas que viven con el VIH y los cánceres de la sangre -asegura Persaud-. Sin embargo, debido a lo invasivo del procedimiento, los trasplantes de células madre (tanto con la mutación como sin ella) solo se consideran para personas que necesitan un trasplante por otras razones, y no para curar el VIH de forma aislada; antes de que un paciente pueda someterse a un trasplante de células madre, debe someterse a quimioterapia o radioterapia para destruir su sistema inmunológico existente». Jose Alcamí, virólogo y director de la Unidad de Inmunopatología del SIDA (Instituto de Salud Carlos III), en declaraciones a Science Media Centre , destaca que el caso «tiene algunas características que lo hacen diferente. La más importante es que el trasplante no se realiza con células madre de un donante adulto, sino obtenidas de cordón umbilical». DNI genético Cuando nacemos, las células progenitoras son más ‘adaptables’ a distintos contextos genéticos. Un trasplante de médula de células madre de adulto, explica Alcamí, «requiere una identidad genética completa, del 100 % en una serie de genes que son como un DNI genético para el trasplante. Sin embargo, las células de cordón no requieren un 100 % de identidad, sino que un 50 % de identidad es suficiente». Esta estrategia, dice «abre una vía para encontrar un mayor número de donantes por paciente candidato». En este sentido, Alcamí apunta que un aspecto importante respecto a la raza es que la existencia de la deleción genética que hace resistente al VIH (la denominada delta32 en homocigosis) es baja en población caucásica (1 %) pero prácticamente inexistente en población africana, con lo que las posibilidades de tener un donante ‘dos por uno’ que cure la leucemia y del VIH son prácticamente cero. La donación a partir de células de cordón es, por tanto, una estrategia excelente para sobrepasar este obstáculo. Además, añade este virólogo, « un dato extraño es que las células de la paciente trasplantada son resistentes a variantes del VIH que no utilizan el receptor CCR5 ». Por último, recuerda Alcamí que el trasplante de médula es una intervención médica arriesgada con mortalidades elevadas (hasta del 40 %) que solo está indicado porque el paciente tiene un cáncer hematológico que no responde al tratamiento; es decir, «no se trasplanta porque esté infectado por el VIH».

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