¡Sorpresa, sopresa!

El PP de Castilla y Léon está a merced de Vox. Lo ha estado siempre desde el acuerdo de gobierno porque la radicalidad es una bestia hambrienta difícilmente controlable desde la moderación. El esperpento vende, crispa y aprieta las entrañas aplastando cualquier discurso razonable con el que quiera neutralizarse. El perro y la mermelada de Ricky Martin. Un riesgo conocido en el que se empeñó Alfonso Fernández Mañueco. Cada palabra o silencio frente a los exabruptos de los de Juan García Gallardo reparte juego a su socio y a toda la oposición. No existe espacio seguro para Mañueco que se ve obligado a salir a pecho descubierto al campo de batalla mientras el resto cargan armas en la trinchera. Así, el último escándalo nacional por el supuesto protocolo ‘antiaborto’ es sobre todo maliciosa pirotecnia verbal del vicepresidente para marcar la agenda y esconder nueve meses ya de incapacidad de gestión. Munición aprovechada inmediatamente por una izquierda necesitada de recuperar la batalla ideológica contra la extrema derecha para hacer olvidar la traición al constitucionalismo y la Justicia. Vox incendia. El Gobierno de España sobreactúa y lanza sus tentáculos insaciables sobre la independencia de otra institución. Mañueco solo puede dedicarse a los desmentidos como aquella Concha Velasco de los noventa. Por eso da exactamente igual si el PP es menos radical que Vox y si está continuando las mismas políticas educativas, sanitarias o de género de las de últimas décadas porque la tormenta ruge tanto todo el tiempo que siempre urge resguardarse. Da igual si hubo un perro lamiendo mermelada con un famoso en el armario. Vox (era previsible) además de un grave problema para el gobierno autonómico es un lastre cada vez más pesado para los populares. No solo ensucia la precampaña a las municipales si no que destroza a diario la estrategia de moderación con la que Feijóo quiere presentarse en mayo y consolidar de cara a las generales de diciembre. Para reconquistar el centro el iracundo humo populista de Vox era el peor aliado. ¡Sorpresa, sorpresa!.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

WP Radio
WP Radio
OFFLINE LIVE